Día de inauguración.
Con el propósito de promover espacios de reflexión acerca de la identidad, el cuerpo, la intervención en lugares públicos, el territorio y el arte en vivo, la FUNDACIÓN CULTURAL WAJA con el apoyo del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, se ha creado el laboratorio experimental de performance: Jóvenes de la localidad de Santa Fe en acción, con el fin de fomentar, divulgar y consolidar esta forma de arte como una práctica cultural del sector juvenil en el campo de las artes, que incide en la preservación del patrimonio cultural de la ciudad y ofrece la posibilidad de vincular el cuerpo como elemento de creación y de transformación social.
Las acciones performativas están estrechamente relacionadas con las visiones del mundo de quien las presenta, la historia y la memoria de las sociedades; por lo tanto, consideramos que mantener espacios que permitan fortalecer este modo de expresión como una práctica cultural aporta en la preservación del patrimonio cultural de Bogotá, en la medida en que las expresiones vivas reflejan la forma de ser de un conglomerado social, propician en los espectadores nuevas formas de aprender la ciudad como un lugar vivo que toca y nos toca, permiten interrogar el contexto del país, propiciando con ellos transformaciones sociales.
1-Por medio del arte en vivo se quiebra la representación para acudir a la presentación misma del cuerpo y de la vida, es decir, a la presentación de lo irrepresentable, “ya no se puede determinar al cuerpo desde la idea de representarlo o de reflexionar en la distancia sobre él. Se trata de aprender a pensar desde el cuerpo, desde la vida, desde lo impensado” 1, acudiendo a acciones efímeras, inmediatas, interdisciplanares, liminales y contextuales, que producen una polisemia de sentidos en quiénes las presencian y establecen vínculos con el respeto por la diversidad cultural.
El laboratorio estuvo estructurado en tres etapas: formación, creación y circulación, desarrolladas entre el 19 de octubre y el 29 de diciembre. La primera etapa tuvo una duración de 6 semanas y estuvo orientada por los talleristas Edward Gómez (actor de teatro), Luis Daniel Abril (Actor de teatro y artista plástico) y Diego Salgado (músico y pedagogo).
La segunda etapa se realizó en 4 semanas bajo la asesoría de los maestros Mario Opazo, Fernando Pertúz y Gustavo Villa; y la etapa de circulación se realizó entre el 23 y el 29 de diciembre, con el propósito de consolidar esta forma de reflexión crítica y de expresión como una práctica cultural artística que restituye el derecho a la participación en espacios ciudadanos, aportando en el reconocimiento del sector juvenil como un sector que hace parte del conglomerado social y que se hace visible con propuestas que inciden de manera eficaz en la identidad, la pertenencia y el territorio local, como una forma de manifestación cultural.
Las performances presentadas fueron:
El maestro Ricardo Arias ha sugerido que Mauricio Bejarano se apropió de un aporte suyo que favorece la interpretación crítica de Murmu(i)os.
Ha dicho en Esfera Pública que la relación entre el número de los parlantes y las teclas del piano es idea de él y que mi idea de Bogotá como una ciudad-piano es palabrería. Parece que Bejarano le dio a entender a Arias que él no había pensado en esta prolífica relación hermenéutica: “qué feliz coincidencia, no lo había pensado”…, parece que contestó el primer artista. He aquí un esfuerzo por entender a estos dos protagonistas de la plástica sonora colombiana.
Después de una amplia y generosa entrevista con el artista, tengo la impresión de que la citada expresión de Bejarano es más un gesto de cortesía, una ironía o un fino sarcasmo, y menos un reconocimiento del azaroso evento que Arias menciona. La impresión que me dejó Bejarano es que no es tan ingenuo como se lo presenta. Da la impresión de ser lo contrario. Ahora, si éste no fue un gesto de cortesía o un sarcasmo, la observación de Arias ha aportado elementos para enriquecer su trabajo, y él los ha aprovechado legítimamente. De esto se trata la construcción crítica de sentido. No obstante, estoy persuadido de que éste no es el caso. Bejarano cuenta en sus entrevistas recientes que el número de parlantes no es una simple coincidencia. Al contrario, afirma que fue algo que hizo siguiendo un impulso irresistible de hacer algo porque sí. Este porque sí quiere decir que los artistas saben muchas cosas que no saben que saben. Este saber no consciente constituye su mérito. La crítica evidencia este saber, el cual no es un saber individual. Se trata del saber de muchas épocas que han podido pensar más allá del consumo febril y servil de mercancías; consiste en el saber de una especie que ha evitado tercamente su naufragio porque se ha inventado las palabras, y permanentemente se ha reencontrado consigo misma sólo por ellas. Por supuesto, este no es el caso de Colombia. Aquí despreciamos las palabras.
Pienso que la comprensión no puede prescindir de la palabrería que Arias objeta sin más, porque sí. Obra que no se comprende es mercancía. La propuesta de Bejarano, ni ninguna otra propuesta artística, puede prescindir de las palabras que chocan tanto a los espíritus positivistas y aislacionistas. Las palabras nos dan la posibilidad de emanciparnos. Lo contrario es quedar reducidos a cosas que se compran por un precio en subasta pública. Este es el problema del arte contemporáneo en Colombia, el cual despreció con su pedantería de vanguardia esnobista, la “palabrería” de la crítica de arte, para arrojarse cómodamente en los brazos de la propaganda mercantil. Allí, entre la glamur de las mercancías prime, naufragaron nuestras esperanzas de pensar otras formas de ser y pensar. Hoy la “crítica de arte” en Colombia sólo anuncia mercancías.
El Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo) Con México como país invitado de honor, inauguró el jueves 12 de mayo la exposición Fotográfica Bogotá 2011. Testimonio y visión, más allá de la reportería. Por su cantidad y diversidad de artistas y enfoques, es la muestra de fotografía mexicana más importante en Colombia y América Latina en los Últimos años.
La muestra, forma parte de la bienal en la que distintos espacios de la capital colombiana, como bibliotecas, museos, escuelas y galerías, muestran la obra de reconocidos fotógrafos Colombianos y de distintos países, la muestra en el mambo estará abierta hasta el 8 de julio.
Fotografias: Ricardo Muñoz©
Cientouno es un espacio-taller conformado por artistas especializados en distintas áreas de las artes, teatro, diseño, plásticas y de la comunicación, todos ellos encaminados a generar alternativas para la divulgación, exhibición, e investigación en el campo artístico, Cientouno piensa actividades plásticas junto al proyecto de Gustavo Garcia, artista plástico, director del Taller Laboratorio Experimental en Artes; ofrece la posibilidad de retroalimentar dichos procesos por medio de fanzines, publicaciones e impresos, talleres y exposiciones. Hablamos con Andrés Bustamante director de Espacio 101 y con Gustavo Garcia, nos comentaron más acerca de este lugar y su trabajo, de su lucha por la libertad de la pintura, de las artes, pero también de la suya propia.
El grupo de creación y gestión Maquinolectika, Lina Paola Prieto Muñoz, Falon Cañón Artunduaga, Jhillmer Jaramillo Y Giovanni Rojas Guerreo, desarrollan este proyecto que surge del interés común por la relación formal y conceptual entre arte y máquina. Esta incitativa se funda en la necesidad de generar espacios y contenidos que incentiven a los estudiantes para abordar y explorar con nuevas tecnologías (aparatos, mecanismos), como otro punto de partida para la creación plástica.
La creación artística de objetos a partir de otros objetos o aparatos aparece como una forma práctica de análisis de las cosas que nos rodean. En donde La obra o el objeto resultante de esta abstracción se desarrolla física y conceptualmente en la fabricación. Se puede decir que manofacturar y ordenar mecanismos en otros es una manera de volver al hacer artístico, casi de manera artesanal, ya que las maquinas o aparatos que resultan a partir de ellas no son un producto industrial en serie. Este proceso materialista brinda ideas nuevas a través de un conocimiento a prueba y error, muchas veces empírico.
La exposición Maquinolektica 2 ciencia ficción, aparece emparentada con la ciencia ficción en la asimilación del mecanismo o la maquina como un objeto que anticipa otras posibilidades, desde la tecnología que aparece en determinado contexto pasado o actual, las personas siempre han especulado nuevas posibilidades en las que se podría desenvolver el futuro. Desde Frankenstein de Mary Shelley, hasta los futuristas, lo mecánico o lo eléctrico aparecen como elementos que han servido de impulso para la realización plástica de analogías del entorno en que se vive y que a su vez ayudan a inventar nuevas probabilidades próximas.
La exposición maquinolectika en su segunda muestra decide hacer una convocatoria abierta a artistas y universitarios que realicen obras que dialoguen con el tema de la máquina en la ciencia ficción ofreciendo un lugar en el que artistas de trayectoria compartan su visión con artistas universitarios
texto: Colectivo Maquinolectica
Fotos: Ricardo Muñoz
La exposicion Maquinolectika 2 se realiza del 6 al 13 de mayo en El parche cra 9 N 22 – 87 apt 202 www.elparche.org
Mauricio Bejarano, artista nominado en la sexta versión del Premio Luis Caballero. El pasado 5 de Mayo se inauguró su propuesta.
Este certamen se celebra en la Galería Santa Fe en el centro de Bogotá, Hablamos con Bejarano el día de la inauguración y nos contó más sobre su trabajo Murmur(i)llos en una entrevista con Jorge Peñuela.
El proyecto se plantea como una instalación, partiendo de un ejercicio reflexivo en el espacio escogido dentro del Palacio de la Merced, con el fin de extraer de este, elementos cuya poética permita concretar una situación-instalación, entendiendo “situación” como la posibilidad que el público tiene al entrar en contacto con la obra y entenderla o asumirla desde su propia vivencia. El espacio es estudiado teniendo en cuenta dos valores: ubicación en la edificación, es decir el tercer piso costado sur occidental; Iluminación “natural” del espacio, para esta instalación no se utilizo ningún tipo de efecto o iluminación artificial, más que la luz que entra por las ventanas del salón apoyado por el blanco de las paredes.
En cuanto a los elementos que fueron acoplados en el espacio para realizar la totalidad de la composición hablare de otros dos valores: El espejo que para la instalación fueron dos uno de pared y otro circular en el piso, este elemento el espejo aparece como la puerta a la experiencia autoreflexiva al verse como partes del espacio; La gravilla de río es una metáfora sobre el camino, sobre el caminar, apropiandome el sonido que se produce al dar pasos sobre este espacio.
Info:
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El animal –no sólo como tema o concepto, sino como materia prima o incluso como fuerza de trabajo– es recurrente observarlo en relación con prácticas artísticas contemporáneas.
Desde encuentros vanguardistas hasta prácticas conceptuales, el animal puede ser considerado un eje que atraviesa el modo de producción de arte, de crítica institucional e incluso de exhibición en el museo. El hombre al interior de la galería se transforma en un animal erguido, las obras se convierten en las presas que con taxonomías del gusto son evaluadas, todo lo anterior bajo un ambiente perfectamente controlado mediante muros blancos, luces dirigidas, distancias normativas, discursos acostumbrados y espectadores normalizados.
El animal no sólo es un tema sino constituye la fábula de la construcción del arte contemporáneo. Se realizan divisiones y cortes específicos para conformar una idea de arte, de montaje y de lo político, gastronómico o estético de dicho arte. Se construyen, por tanto, los espacios y con ellos los cuerpos que recorrerán esos espacios: cuerpos que andan de pie y que recorren emplazamientos que ocultan su violenta disciplinación. La postura vertical es una evidencia de la obra, de su visibilidad y de su constitución como dispositivo pedagógico y político.
El ímpetu general de la exposición se mueve en este terreno y pretende la elaboración de una taxonomía excéntrica, una clasificación que problematice la fábula que instala al interior de la galería animales políticos, gastronómicos, míticos o biológicos. Para este fin se ha trabajado durante más de un año con artistas de diferentes generaciones para construir un argumento y una experiencia que, mediante diferentes técnicas y prácticas -pintura y fotografía posconceptuales, instalación, procesos mixtos, performance y graffiti-, logre la invocación del animal como instancia radical del arte.
La sexta versión del premio Luis Caballero presento al segundo nominado para este certamen, esta vez le corresponido a Mauricio Bejarano Con la obra “Murmur(i)os”, la exposición está abierta desde el día 29 de abril, pero su inauguración se dio el día jueves 5 de mayo en la noche, se trata de una instalación Acusmatica en el espacio de la galería Santafé, el artista oscureció el espacio de la galería casi en la penumbra total y con la ayuda de un cinematofono polifónico de 16 canales distribuyo 88 speakers a lo largo de la sala conformando un paisaje de cientos de sonidos extraídos de la ciudad de Bogotá y proyectados allí adentro, Murmur(i)os es una instalación plástica-sonora donde Bejarano busca que el espectador se reconcilie con la ciudad caótica que conoce en un espacio configurado por presencias sonoras de la ciudad en las que de lo primitivo hasta lo mediático pasando por lo cultural y lo humano configuran este paisaje.