Por: Juan Pablo Beltrán Hilarión
Fecha: mayo 11, 2011
Subjetivo… tierra de nadie
El proyecto se plantea como una instalación, partiendo de un ejercicio reflexivo en el espacio escogido dentro del Palacio de la Merced, con el fin de extraer de este, elementos cuya poética permita concretar una situación-instalación, entendiendo “situación” como la posibilidad que el público tiene al entrar en contacto con la obra y entenderla o asumirla desde su propia vivencia. El espacio es estudiado teniendo en cuenta dos valores: ubicación en la edificación, es decir el tercer piso costado sur occidental; Iluminación “natural” del espacio, para esta instalación no se utilizo ningún tipo de efecto o iluminación artificial, más que la luz que entra por las ventanas del salón apoyado por el blanco de las paredes.
En cuanto a los elementos que fueron acoplados en el espacio para realizar la totalidad de la composición hablare de otros dos valores: El espejo que para la instalación fueron dos uno de pared y otro circular en el piso, este elemento el espejo aparece como la puerta a la experiencia autoreflexiva al verse como partes del espacio; La gravilla de río es una metáfora sobre el camino, sobre el caminar, apropiandome el sonido que se produce al dar pasos sobre este espacio.
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