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El arte contemporáneo no tiene ser: diálogo con los artistas Óscar Salamanca, Mauricio Cruz, Dimo García y Juan Fernando Cáceres.

Primera Jornada: escritura artística, ¿un lenguaje privado?

Oscar Salamanca, la experiencia  vuelve a entrar dentro de nuestro multiverso conceptual. Hay experiencia cuando logramos salir de nuestro amado hacer en común, ese camino trillado sin nada qué ofrecer a las libertades, hoy más que nunca amenazadas de muerte.

La importancia de Picasso y Duchamp es esta: salir no con un grito de Salón sino con formas reales (Duchamp) o con figuras pensadas, justas (Picasso). Real y justo es todo aquello que mantiene una relación.  No es fácil  encontrarse con esas formas y esas figuras, y pensarlas adecuadamente. Solo se puede pensar-con, pues se habla-con,  se habita-con, se es-con, se existe-con.

Con sus soliloquios huecos, muchos artistas contemporáneos ostentan estar en un “afuera”, cuando en verdad solo están atrapados en un invierno estético. Encontrar esa forma o figura precisa, justa, asegura desbordar y dispersar la unidad semántica de la cual nos habla Mauricio Cruz.

En arte, la unidad se sostiene en la dispersión que activan las figuras con que irrumpe el artista en “ese con” que es lenguaje (público). ¿Para qué menciono todo esto? Para mostrar que el artista no es dueño de nada, que eso que llamamos lenguaje es un problema público. La riqueza del artista consiste en reconocer su pobreza. Pero hoy nadie quiere ser pobre, así ser signifique pobreza. El arte contemporáneo no tiene ser. No existe. Todos quieren triunfar a lo Trump. ¿Hay una pintura a lo Trump? (No se trata del Art Brut). 

Por eso estamos aquí estudiando,  tratando de hacer reventar la Unidad Semántica que el Estado nos ha impuesto. Al no ser dueño de nada, el artista debe mostrar humildad. Sólo  así gana la confianza que se requiere para activar y ampliar el lenguaje en que estamos atrapados. Actualmente, como afirma Dimo García en otras ocasiones, el artista es formado para la soberbia. La soberbia lo devora todo, como en un Obsoleto Salón Estatal.  Nadie quiere aprender técnicas, se queja Dimo. ¡Y hay que aprenderlas! Pero, ¡las técnicas no son el arte! Así ayuden al arte, no son el arte. El arte piensa, La técnica no.

Segunda Jornada: el Salón.

Curare Alterno diagnostica la decadencia estética y ética de las élites comerciales que controlan estímulos artísticos esenciales para la producción de otro tipo de sensibilidad política y social.

La decadencia del dispositivo Salón se evidencia en la indiferencia artística y social que este evento suscita no solo dentro de los y las artistas. La ciudadanía en general tampoco ve en estos espacios algo que mejore su sentir. Aún no pensamos el tipo de pobreza que las alianzas del Estado nos imponen.

Desde Curare, no hemos avanzado. Oscar Salamanca, Dimo Garcia Camargo, Mauricio Cruz, Juan Fernando Cácereso, Jorge Torres Gonzalez, Sol Astrid Giraldo Escobar, Margarita Ariza Aguilar, Pedro Pablo Gómez Moreno, Artista Jorge Alonso Zapata, Teresita Rivera Ceballos, Yecid Calderon, Manuel Zuñiga, Manuel Antonio Velandia Mora, Velandia Guerrero H, Julian Santana, Julian Zapata Rincon, Ricardo Muñoz, Eddy Cabrera, Ana Lucia Forero, Altocalcifilico Camilo, Salome Rodriguez, Carmen Von Wolkenstein, Olivia Margarita Miranda, Rafael Escallón, Muriel Angulo, Fernando Rivas, Luis Fernando Arango Duarte, Dario Fernando Ramirez, Jose Omar Valbuena, José Orlando Salgado, Nadia Granados, Carolina Holguin, Carolina Chacón, Diego Sierra Enciso, Diego Prieto,Esneider Alfonso Gamboa Burbano, podemos dar un paso más. La indiferencia no es ninguna salida para entrar al país que queremos. Hasta el momento, nos han hecho creer que este país no es nuestro, que la sensibilidad ética y estética es un asunto de élites comerciales.

En conclusión: el dispositivo Salón es obsoleto. No responde ni a las urgencias que plantea el país actual ni a las esperanzas del país que queremos. Hagamos reuniones con los y las artistas que trabajan en las Universidades y en otros espacios de formación. Socialicemos el diagnóstico, mejorémoslo y hagámoslo llegar a la Ministra de Cultura.
Nuestras prácticas académicas producen conocimiento. Como académicos y académicas, el Estado está obligado a conversar con nosotros y nosotras. Si Ricardo Arcos-Palma se anima, podemos solicitar un espacio en UN Análisis y en otros espacios de comunicación universitaria, como Laud Estéreo. Muchos de ellos tienen muy buena acogida ciudadana. Lo cierto es que estamos obligados a dar ese paso.

¿Qué opinan si después de esas reuniones con las “bases” de nuestra sensibilidad estética nos reunimos y redactamos la carta?

Diálogo en marcha en Facebook.

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