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Nueve de Abril

En Colombia, aquello que debe preocupar al artista contemporáneo son las diversas violencias que se tienen que padecer diariamente. Violencias que a su vez generan estados violentos a los cuales se les llama  o paz o guerra. Atorados a diario en un bus de Transmilenio, acosados por vendedores, timados por ladrones de todo tipo y amenazados por los mendigos, uno no sabe cuál de los dos estados es más violento.  ¿Es la paz la continuidad de la la guerra valiéndose de medios más productivos? En Occidente, Guerra y Paz son efectos, estados viscosos que de una y otra manera ocultan la llaga de la desigualdad social y política. Así lo percibió Jorge Eliécer Gaitán en los años cuarenta del siglo XX. Sin un esclarecimiento de las violencias generadas por El Capital, sin evidenciar su injerencia en  las dinámicas cosificantes en la promoción de subjetividades universales, sumisas y sometidas a las lógicas de la usura mercantil, tanto la paz como la guerra seguirán siendo estados violentos. No existiría diferencia entre un estado  y otro. Artistas: aquello que demanda pensamiento es El capital. He aquí una breve reflexión acerca del Capital para hoy 09 de abril de 2015:

“(…) Capital quiere decir: cuerpo traficado, transportado, desplazado, recolocado, reemplazado, en posta y en postura, hasta la usura, hasta el paro, hasta el hambre, cuerpo bengalí doblado sobre un motor en Tokio, cuerpo turco en una zanja de Berlín, cuerpo negro cargado de paquetes blancos en Suressnes o en San Francisco. De esta manera, capital quiere decir también: sistema de sobre-significación de los cuerpos.   Nada es más significante/significado que la clase y el esfuerzo, y la lucha de clases. Nada escapa menos a la semiología que los esfuerzos padecidos por las fuerzas, la torción de los músculos, de los huesos, de los nervios. Mirad las manos, los callos, la mugre, mirad los pulmones, las columnas vertebrales. Cuerpo asalariado sucio, suciedad y salario como un anillo enroscado de significación. Todo lo demás es literatura” (Nancy, 2003, 84).

Si ahora, los artistas no muestran los cuerpos sangrantes de las clases obreras y trabajadoras enterradas en las grandes ciudades y ocultadas por la retórica de la paz, todo lo demás será literatura al servicio del capital.

 

Bibliografía:

Nancy, Jean Luc (2003). Corpus. Madrid: Arena Libros.

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