Por: Liberatorio
Fecha: febrero 25, 2017
Semana Arte Urbano en Bogotá
La fortaleza del llamado Arte Urbano consiste en su aparente relación con el hombre y la mujer de la calle. Arrastrado hasta la Galería ideologizada, esta fortaleza se vuelve debilidad. Aquello que se sospecha de los murales “contestatarios”, diseñados para algunas calles o espacios específicos, se patentiza en el Cubo del Blanco. Pese a la destreza y limpieza en los trazos de algunas propuestas, los espacios blancos evidencian que algo les falta: la sordidez ligera que anima cada calle del común. El alma es una entidad sórdida y el Arte Urbano nos lo hace notar con alguna frecuencia, en especial, cuando los artistas logran distancia creativa. El Arte Urbano en manos de los administradores de los espacios cool de Bogotá, pierde su autenticidad, su intensidad y su verdad: luce perdido, descolorido, decorativo, tal y como lucen algunos de los trazos que hoy se pueden apreciar en la Galería del Centro Colombo Americano y la Alianza Colombo-Francesa.
Imagen: Ospen, Centro Colombo Americano, centro.