Un viernes en el Café San Moritz

Fue como si al pasar aquel viejo portal colonial viajara repentinamente al pasado,  aquellas sillas y mesas, que no son tan usuales para mi reflejaban otros tiempos de aquel lugar, mi olfato invadido por diversos olores,  el más fuerte el de orina revuelto con eucalipto, mi sentido olfativo con el pasar del tiempo se acostumbra …