La poética del maestro Toro gira en torno al mundo Drag Queen en la Barcelona de los años noventa del siglo XX. Las figuras retratadas emergen bajo la influencia del azar y de la noche. Todo comienza con un encuentro fortuito en una discoteca de Barcelona. Una figura llamativa e imponente cruza la mirada de un fotógrafo, siempre interesado en registrar vidas, personas y lugares que trascienden la normalidad social.

Víbora, es el personaje creado por un performer que trabaja animando la noche. La vida nocturna de esa Barcelona se habita por quienes imaginan otras subjetividades y se arriesgan a quebrar las normas de género a través del maquillaje, la burla y la sátira. El grupo de performers de la serie Barcelona, es para la época pionero del movimiento Drag Queen en España. Sin embargo, la historia de este movimiento se localiza más atrás, en Inglaterra durante el siglo XIX. Allí se realizaban interpretaciones andróginas cómicas que transgreden las normas de género. Drag es un verbo que significa arrastrar.  Hace alusión a las faldas que se arrastran, aquellas que son usadas por hombres en el teatro y representan exageradamente los rasgos de una mujer.

El término drag fue reinterpretado por estos artistas en relación con un elemento de la cultura catalana. El Drag  se relaciona con el dragón sometido por San Jordi, el patrón de Cataluña. Del encuentro con este mundo colorido y burlón surgen potentes imágenes fotográficas que hacen imaginar la figura humana en mutación. A través del sujeto drag se cuestionan los roles de género. Asimismo, se invoca una estética maquinal sobre rostros y cuerpos intervenidos con artefactos creados para trascender las habituales representaciones de ser hombre o mujer, y entablar un dialogo artístico y estético entre fotografía y plástica.

En febrero de 2017, el maestro Hernando Toro inaugura en la Galería Alonso Garcés la serie fotográfica “La Sombra Lucida”. Respecto a esta serie,  Carlos Duque expresa cómo Toro se convierte en el maestro de las luces y sombras de los rostros de la prisión. Se trata de un trabajo de cientos de días, retratando la rutina, recuperando historias, modelando con la luz los rostros humanos de los prisioneros de la cárcel modelo de Barcelona. Nuevamente, el interés de Toro es el de retratar la complejidad humana, el quiebre, la risa, la nostalgia, la fuerza de personas que viven en los límites de una sociedad normalizada.

Ahora bien, en la serie de fotografías “Barcelona de noche”, Toro refleja por igual el magistral uso del blanco y negro que a través de su lente. Algunas imágenes de la serie drag, podrán apreciarse el próximo 10 de junio de 2017, durante la photoperformance Corpus Crispy, en el Café San Moritz de Bogotá, a partir de las 4 P.M.

Fotografía: cortesía Ricardo Muñoz Martinez