Por: Jorge Peñuela
Fecha: marzo 24, 2011
La empericada de Tania Bruguera
Después de una incómoda y larga hora de espera, de padecer una organización caótica y desconsiderada con las ciudadanas y ciudadanos que acudimos al Encuentro de Perfomance en la Universidad Nacional, se dio inició a la acción plástica de Tania Bruguera.
La artista organizó un panel con algunas de las víctimas del conflicto colombiano, tema aburrido para nosotros por lo repetitivo cuando se aborda de manera superficial o con base en clisés. Es el caso de Bruguera que cree que la coca es la causa de todos nuestros males: la tesis del imperio, la justificación para la invasión militar extranjera.
Terminada la primera intervención, una asistente de la artista comenzó a hacer circular un recipiente redondo con líneas de coca para aspirar. Mientras se daban algunos testimonios de guerra, se les ofreció a todos los asistentes a la rotonda del segundo piso del edificio de Bellas Artes, una liniecita de polvo blanco de la mejor calidad. La calidad era excelente porque algunos aceptaron la generosidad de la artista y repitieron. Más de uno de los asistentes se echaron su pasecito.
Muy poca imaginación. Bruguera descubre el agua tibia y cree que ha realizado el más grande descubrimiento de termodinámica. Seguro que su interés es provocar. No obstante, es trivial abordar temáticas tan complejas de manera desinformada. Bruguera está lejos de conocer los problemas que acota. Sabe que el oportunismo da sus réditos en dólares.
Algunos extranjeros probaron el polvo nefando e inocente. Si hubiera una causalidad entre coca y violencia, faltó que Bruguera asumiera su propia culpa en lugar de echarle la culpa a los demás de la violencia en Colombia.