Por: Director
Fecha: agosto 12, 2012
London 2012: Pet Shop Thoughts. Banksy participa en las Olimpiadas de Londres 2012
A pesar de que la Galería Tate Modern tiene en la actualidad un conjunto de exposiciones de primer orden dentro del régimen capitalista, como Munch, Hirst, Turner, Monet, entre otros grandes héroes de la Historia del Arte Occidental, estas exposiciones no lograron inquietar la opinión pública internacional que esperaba que alguna crítica artística se infiltrara por algún resquicio dentro de estos Juegos Glamolímpicos. A ritmo de los Beatles todo salió muy bien. Los Rolling Stones brillaron por su ausencia, podrían haber sido molestos.
La razón del éxito de no-crítica política o social es diáfana como el capital, nuevo Dios al cual las Spice Girls consagraron estos juegos. El pensamiento de los artistas que presentó la Tate dentro de los Glamolímpicos ya ha sido blanqueado y pudo ser mostrado a los visitantes internacionales sin ningún temor. El capitalismo sabe esconder bien sus miserias, los artistas le enseñaron cómo esmascararlas. No se quería molestar a sus altezas o bajezas reales, a los capitalistas empedernidos. No sucedió lo mismo con el arte vivo, el arte urbano, el arte callejero, a saber, el pensamiento sin patrones del bien o del mal. Este tipo de expresiones suelen llamar la atención menos por la libertad que por su llamado permanente a la igualdad. Saben sus artistas que para que haya libertad es necesario garantizar igualdad. Lo cierto es que estos Juegos Glamolímpicos no cambiaron nada. Al contrario, la tecnología multicolor borró del planeta las injusticias del mundo sometido al capital. No obstante, el lector atento de la actualidad sabe que la tecnología así se vista de seda, mona se queda, y persistirá en la construcción de un espacio crítico con el presente: es el caso del Street Art.
A pesar de los grandes nombres en la Tate, es de los secuaces como Banksy de quienes se esperaba alguna nota discordante al protocolo publicitario de los juegos olímpicos. En efecto, pese a que los artistas urbanos fueron asediados, limitados sus movimientos, vigilados para que ni siquiera tuvieran acceso a un tarro de pintura en aerosol o se acercaran a una estación de metro, Banksy logró deslizar su manzana de la discordia dentro de este olimpo glamuroso de atletas, modelos, cantantes y empresarios del espectáculo.
Pero no todo es afirmativo dentro de las filas de los artistas urbanos. Son muchas las críticas que hoy se realizan por la manera en que están cooperando para ingresar a las filas de los artistas mejores raqueados en las subastas de arte mercancía.