Por: Director
Fecha: junio 17, 2014
Matador: el retorno del artista a la ciudad
Chócolo y Matador son dos artistas anónimos y mordaces, francos e intrépidos. Se presentan como cómicos porque sólo al chiste se le permiten algunas licencias. Hay algo de poético en el chiste, la poética de la verdad se filtra en el chiste. La verdad se hace visible en sus osadías e irreverencias.
Como en la Edad Media, los nombres de estos artistas son conocidos pero a ambos les gusta presentarse bajo el nombre de un personaje de ficción. ¡No hay nada más real ni más verdadero que la realidad del arte. Los nombres propios son para los representantes del gran arte comercial. Sus imágenes tienen la virtud y la potencia de controvertir la realidad mediática, la realidad oficial. Sus imágenes-relámpago contraen la realidad real para hacerla visible, por lo tanto, verdadera.
Artistas como Matador y Chócolo, incursionan intrépidamente en el corazón de las tinieblas de la política colombiana. En la Asab, en 2009, Santiago Rueda realiza una curaduría en la cual se muestra lo más mordaz del lápiz de Chócolo. Ojalá, alguna otra Sala de Exposiciones de Bogotá destaque dentro del mundillo del arte, el aporte de Matador al frágil arte colombiano, predominantemente “político”. ¿Cuál es la política que reivindica el arte político colombiano? ¿Cuál es la realidad de los artistas políticos de Colombia? Necesitamos un chamán del Amazonas para que nos lo explique.