En una entrevista concedida al periódico El Mundo de España, una vez más, Fernando Botero relata algunos episodios de su vida privada y de su práctica profesional.

Pese a la reiteración de lugares comunes que dicen muy poco de la relevancia artística del pintor  para la contemporaneidad, Botero hace algunos comentarios que ayudan a comprender muchas de sus ambigüedades críticas. En especial, permiten esclarecer su comodidad política respecto al régimen económico responsable de muchas de las violencias que el artista cuestiona. Por ejemplo, afirma que él no es un artista comercial  porque hace muchos regalos en un país en donde nadie regala nada. Podría decirse en un país en donde la generosidad y la solidaridad es sinónimo de estupidez.

Sin embargo, es pertinente plantear la siguiente sospecha: ¿sus regalos plásticos al Estado colombiano sólo tienen un interés filantrópico? ¿No es posible pensar que también regala cuadros como estrategia comercial, como una manera de hacerse publicidad, o como estrategia para evadir impuestos?

Pregunta El Mundo de España:
También hay quién le acusa de hacer un arte excesivamente comercial…

Responde Botero:
“Es algo que nunca he entendido. Yo he regalado 500 cuadros, oiga, 500 cuadros y 30 esculturas monumentales a Colombia. Regalé mi colección personal, que tardé 35 años en hacer realidad y que incluía cuadros de Monet, de Renoir, de Picasso, obras de Bacon, de Miró… La colección de 30 esculturas valía, en su momento, 100 millones… Si yo estuviera en esto por la plata, no habría regalado nada. Ningún artista regala nada en Colombia ni en ningún lugar del mundo. Yo tengo éxito, eso sí, no lo niego. Pero si yo fuera un artista comercial preocupado por la plata no haría regalos, y yo creo he hecho más regalos que ningún otro artista en la historia”.

Entrevista en:
http://www.elmundo.es/cronica/2014/03/15/53244718268e3e06288b456b.html