Por: Christian Padilla
Fecha: junio 27, 2013
Rewind: una Revisión al Salón Nacional de Arte Universitario
En 1995, (hace ya casi veinte años) se realizó el primer Salón Nacional de Arte Universitario, una iniciativa de la Academia de Artes Guerrero que ya llega a 10 ediciones y en la cual han participado cerca de 230 jóvenes artistas provenientes de 16 instituciones especializadas en arte de 9 ciudades del país.
En diferentes momentos, el Salón ha contado con el apoyo de numerosas instituciones como la Presidencia de la República, el Ministerio de Cultura, la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, e incluso de patrocinadores privados que han contribuido con los premios brindados a los estudiantes participantes. Incluso la misma participación de jurados ha sido destacable en cada uno de los certámenes: Nadín Ospina, Nelly Peñaranda, John Castles, Jaime Cerón, Eduardo Serrano, José Ignacio Roca, Raúl Cristancho, María Elvira Ardila, Ana María Lozano y Andrés Gaitán para nombrar solo algunos.
Al hacer una mirada rápida para evaluar la pertinencia de un certamen como este y su trascendencia en el arte joven colombiano no es necesario escarbar mucho para encontrar que en gran medida y con varias excepciones, los jóvenes artistas colombianos contemporáneos que se destacan en el panorama nacional pasaron por ahí. Lo interesante es ponerse a pensar que había en la cabeza de estos adolescentes cuando presentaban trabajos al Salón (producidos todos desde las escuelas de artes) con la pretensión de ser reconocidos y con la ambición de conquistar el mundo ingenuamente con sus obras. Ver los listados de los participantes del evento comprueba que de esos 230 estudiantes participantes, muchos en el camino cambiaron de parecer y dedicaron su vida a otras profesiones. También sorprende encontrar algunos teóricos como Nadia Moreno (reciente ganadora del Premio de Ensayo Histórico de IDARTES) o al joven curador Inti Guerrero, quienes en su momento participaron en el salón, producían obra y seguramente tenían una visión muy diferente del camino que pretendían seguir profesionalmente. Precisamente esto revela cómo el proceso entre estudiante de artes y profesional del campo abre rangos lo suficientemente amplios como para pensar la obra desde distintos escenarios, cosa que solo se va descubriendo en el camino y que refuta al ingenuo estudiante de artes de primer semestre que tiene una visión radicalmente opuesta del que se está graduando e iniciando un proyecto profesional.
En cualquier caso, revisar el salón, las distinciones entregadas a lo largo de 10 ediciones y el listado de artistas participantes a lo largo de su historia, demuestra un certero ojo a la hora de apostarle a jóvenes estudiantes que después han confirmado con su obra un puesto meritorio en el panorama artístico local e internacional.
Con motivo de esa revisión surgió el proyecto curatorial REWIND, que mas que una retrospectiva de obras del Salón de Arte Universitario es una retrospectiva de participantes, una selección de jóvenes artistas destacados que con obras de su trayecto como estudiantes y trabajos actuales revelan cómo sus procesos se fueron construyendo y cómo esa pretensión de reconocimiento profesional que se entreveía en su formación se cumple años después. En su momento sus nombres revelaban una prometedora novedad; en la actualidad Rodrigo Echeverri, Eduard Moreno, Saúl Sánchez, Camila Echeverría, Norman Botero, Luis Hernández Mellizo, Fernando Pertúz, Fabián Cano, Carlos Castro, Alex Rodríguez, Tot, Jean Barbato, Oscar Danilo Vargas, Andrés Bustamante, Julián Santana, David Peña, Santiago Escobar, Lorena Díaz, Sair García, Jaime Tarazona y Marco Mojica, son nombres familiares, consagrados en la plástica nacional.
Gracias al proyecto curatorial REWIND, promovido por Arteria y la Academia de Artes Guerrero se reunirán las obras de estos artistas entre el 27 de junio y el 2 de agosto en la sede Agora (Cra 18 A # 43 – 50, Bogotá), para lo cual se le pidió a ellos que rebobinaran el cassette (<< REWIND) y al hacer memoria encontraran sus trabajos de la universidad y los pusieran en dialogo con su producción actual, tarea nostálgica en la cual algunos desempolvaron trabajos de hace más de 15 años y se encontraron con obras completamente coherentes con las que han venido realizando. Así que el ejercicio ha sido para ellos una pausa para mirar la congruencia de su proceso, y desde la curaduría, para reevaluar y reflexionar la pertinencia de un certamen que ha pretendido promover la formación de artistas, su divulgación y visibilidad en un escenario artístico que parece excluyente con la producción de los artistas jóvenes. Al responder esa pregunta con la misma obra de los artistas también se plantea una gran pregunta para los estudiantes de arte, una incómoda duda que ahora estos maestros consagrados pueden ayudar a responder: ¿de qué vive un artista? Por lo tanto la exposición estará acompañada de un ciclo de conversatorios con los participantes, con jurados que hicieron parte de la selección y premiación del Salón, y con ex-participantes del Salón que a pesar de no realizar obra plástica en la actualidad trabajan en campos de la gestión, la curaduría, la investigación, la docencia, la comercialización de arte y otras posibilidades que se les fue abriendo en el camino. Así que en cierta medida, la retrospectiva del Salón sigue dedicada a los universitarios: no solo se respondería la pregunta sobre la necesidad de un salón de artistas jóvenes sino que además sería un escenario de reflexión sobre los campos profesionales laborales en torno al arte en Colombia.
Fotografía: Carlos Castro. Risus satibus. Máquina musical, cuchillos decomisados por la policía. 2011.