Por: Director
Fecha: diciembre 3, 2015
44SNA: en Colombia, comienza la procesión del arte altísimo o sacramental contemporáneo
Guiadas por los sacerdotes de Apolo acreditados ante el Ministerio de Cultura, comienza la peregrinación de las pobres viejecitas hacia la ciudad de Pereira, ellas “sin nadita que comer sino carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez”. Como suele ocurrir en estas peregrinaciones tradicionales de las élites bogotanas, tras de los sacerdotes y su primer círculo, hacen romería una horda de infelices que llegarán a Pereira tosiendo, cojeando, gimiendo o jadeando, como aquellos desventurados que llegaban al Templo de Asclepios en Epidauro. No pierden la esperanza de que en esta oportunidad quizá el Dios o las viejecitas del Poema de Pombo, finalmente les hagan el milagrito de concederles un pequeño nicho en los retablos del arte colombiano.
En la época de la globalización mercantil, el régimen neoliberal convierte los Salones nacionales en un prolífico reservorio de quejas y de ayes, denominados por algunos comerciantres como arte político. Por ello mismo, los signos sin significado de los artistas y los curadores que más gritan y se quejan son los productos más apetecidos en el mercado artístico local. Una vez consumidos, el mercado global escreta los signos basura de los cuales se alimenta o simplemente los vomita: el todo es éfimero. Debe ser efímero para poderse vender una y otra vez. Todo termina o en una letrina o un museo o en un orinal. La enfermedad del consumo es aquello que el Dios Asclepio no ha podido curar.
artistas escépticos como Alexa Cuesta, Muriel Angulo y Helena Martin Franco, el que esta festividad de las artes colombianas haga énfasis en lo regional y no en lo (inter) nacional o global. Como se sabe, esta última es la consigna impuesta por la sacerdotisa general del 43SNA.
Para que no queden dudas respecto al acto de contrición del Ministerio de Cultura Anglo Global, se selecciona como anfitriona de los sacerdotes del Dios Apolo, a la hermosa y rozagante ciudad de Pereira, uno de los mayores centros de producción del mejor café colombiano. De esta manera, se limpia el nombre del Salón Nacional de Artistas Colombianos y se reinstaura la nacionalidad de la Fiesta Patronal de las élites bogotanas.
Sin embargo, cabe esperar la respuesta de los críticos del 43SNA, aquellos y aquellas que no creen en este presente envenenado. Muchos de ellos, ellas y elles, no reconocen la religión que profesan los sacerdotes ungidos en esta oportunidad para presidir las ceremonias del 44SNA. Con seguridad, el grupo AD (AntiDuchamp), orientado por el artista Dimo García, no tendrá cabida en los oratorios de esta magna festividad.
Por otro lado, en Pereira andan rondando unos cabos sueltos que el Ministerio de Cultura se asegurará de que queden bien atados. El Estado estético neoliberal sabe lo que tiene que hacer y lo hará con determinación. Se trata del artista Óscar Salamanca, un artista que pasa por el mejor momento de su carrera artística. Salamanca propone realizar en la Universidad Tecnológica de Pereira un evento alterno al 43SNA: para ello se propone la figura de Curare. Pero aclara con algo de inconsistencia teórica, que no se trata de un disenso. El día miércoles 2 de diciembre de 2015, nos guindamos un intercambio de opiniones entre artistas conocidos. Hablaban acerca de este Salón Alternativo que quiere hacerle algo al Ministerio de Cultura –aún no sabemos qué–, pero quieren hacérselo pasito, quizá para que puedan pasar el umbral estético que el Ministerio de la Verdad reclama, aquella impudicia que en su momento Jaime Cerón llama “las coordenadas”.
Como se sabe, Alexa Cuesta es la crítica más coherente del campo del arte actual. Su crítica no es para que le abran un nicho en el Ministerio de Cultura con sus respectivos rubros. Cuesta apunta a algo más. Nos llama la atención que le haya planteado al grupo que configura Óscar Salamanca, una perspectiva diferente al encuentro alternativo propuesto por este último: Cuesta plantea “hacer un ejercicio desde el pensamiento colectivo”. Por supuesto, lo común no es lo global. Lo común tampoco es lo regional. Lo común tampoco es una propiedad. Pensar lo común, es el ejercicio más adelantado que realiza el pensamiento actual. Sin embargo, de eso poco saben nuestros sacerdotes estéticos. Esto no se aprende en la empiria de una práctica artística. Ante la complejidad de tal ejercicio y para solventar desavenencias, Salamanca propone hacer muchos encuentros de grupos alternativos en Pereira. No se llega a nada. Finalmente, después de muchas intervenciones, Cuesta se retira del Encuentro Virtual promovido por Salamanca.
El riesgo de este ejercicio tan oportuno propuesto por Óscar Salamanca, consiste en que sin querer –quizá queriendo–, el artista puede estar haciendo el juego que el Ministerio quiere que los artistas jueguen en esta rogativa global con apariencia de local: que jueguen con sus ungidos, pero desde lejos, como comparsas, en las fronteras de los artistas curadores. El riesgo es que una vez invitado Salamanca al 44SNA, deje a sus compañeros y compañeras colgados de la brocha.
Felices fiestas de alumbrado, navidad y año nuevo.
El año entrante comenzamos con una plataforma más dinámica. Los, las y les esperamos.