Por: Director
Fecha: noviembre 16, 2015
Los sueños señoriales dentro de los conflictos artísticos: aclaraciones a Jose Peña en Crítica Pública
Apreciada José: respecto al debate con las Meninas Emputás, nos rehusamos a entrar en el campo de la caricatura, así el video compartido en el blog de Facebook Crítica Pública, provoque la risa y evoque muchas ideas. El contexto es mucho más local: las Meninas se desplazan del centro del poder en donde los artistas correctos por lo general se localizan. Este es el asunto y no hay que dejarlo en el olvido. Un artista sin deslocalizarse respecto del poder en un mal chiste, como aquellos que hacen presencia en nuestros Salones y Bienales internacionales.
A pesar de que usted cree que no son procedentes las preguntas a Andy Guarro, creemos que sí son pertinentes las preguntas a los y a las artistas que entran como beneficiarios del plan de estímulos concertados con el Ministerio de Cultura. Sabemos poco de estas concertaciones, o mejor, de estos conciertos para apropiarse los recursos que el Estado destina a la promoción de los artistas que no tienen acceso a los centros de poder expositivo o discursivo. Los estímulos se pervierten cuando se destinan a los micropoderes del arte. La ignorancia de estos tejemanejes politiqueros no justifica que nos quedemos callados. Por eso mismo, las Meninas hacen preguntas y realizan críticas.
Insistimos una vez más: nuestro interés es la verdad y no derribar al oponente a como dé lugar. Recapitulamos nuestros argumentos. En primer lugar, compartimos la legitimidad de la crítica de Alexa Cuesta, Muriel Angulo y Helena Franco. Avalamos la pertinencia de sus ejercicios y estudios, y valoramos el coraje y la persistencia con los cuales abordan sus reclamos. Estamos convenidos de que este tipo de prácticas son elementos sustanciales del ejercicio artístico. Una práctica artística sin crítica es una práctica artesanal que no piensa en la libertad de su materia de estudio.
En segundo lugar, tenemos reservas respeto a la manera como Las Meninas se apropian del ejercicio crítico: ¿qué es la critica para las meninas? ¿Polémica artística acerca de quién se queda con La Cultura, o interés por las verdades a las cuales se abren los artistas?
En tercer lugar, no compartimos el regionalismo de las Meninas, pues, es ingenuo creer que algunos seres autóctonos que tienen la oportunidad de vivir con éxito artístico por fuera de esa autoctonía cultural, tienen acceso privilegiado a la verdad que ella clama. La verdad no es un feudo. La verdad del arte es abierta y múltiple y se entrega sólo en campos abiertos a la participación de cualquier persona que tenga conocimiento del campo que pisa: el campo del arte, el arte de hacer preguntas a la cultura. Exaltar la cultura por sí misma no es un ejercicio artístico.
Finalmente, los críticos deben ser críticos consigo mismos. También los críticos deben responder por el grado de institucionalidad discursiva que de manera ingenua o perversa pongan en escena.
Imagen: “Mystery of the Black Square” (1995), del Colectivo IRWIN. Fotografía de Andres Serrano.